“Extorsión”, de Eddie Thorny

Extorsión; por Eddie Thorny [Eduardo de Guzmán Espinosa]. Madrid: Rollán, 1953. Colección: FBI; nº 246.

Reedición: Madrid: Rollan, 1971. Colección: Selecciones FBI; nº 481.

NOTA: La propia Rollán editó otra novela, también titulada Extorsión, obra de Everett Crawson [Ángel Rodríguez Illera], en la colección «Murder Club» nº 8. Y hay otra llamada igual, escrita por Marcial Lafuente Estefanía, editada, al menos, por Bruguera en abril de 1979, dentro de «Oeste Legendario» nº 596.

Earl P. Jarvis es un exitoso autor teatral y literario de temática criminal, que tras una fiesta en su apartamento despierta y halla en el sofá, muerta, a una individua de no muy buenos antecedentes, y que incluso le chantajeó años atrás. Como es lógico, será sospechoso, y el capitán de Homicidios encargado de la investigación, el irlandés Leland O’Rourke, si bien es amigo de él desde tiempo atrás, no termina de desestimar su culpabilidad, aunque se aviene a que, aprovechando su experiencia profesional —antes, además, fue reportero de sucesos—, investigue de igual modo el caso.

Una interesante intriga criminal, que en todo caso se ve perjudicada por una costumbre habitual en Thorny como es el hecho de que la policía dé demasiada preponderancia a datos circunstanciales, así como confiar como prueba la declaración de cualquier testigo, lo cual no es muy fiable, como es obvio. También se recurre a la cabezonería de los personajes para que suceda algún elemento «porque sí», y de ese modo conducir la trama hacia donde desea el autor. En todo caso, como también es norma en Espinosa, está bien escrita, tiene fuerza, buenos personajes y un nivel superior a la media. Muchas de las novelas del autor podrían reeditarse dentro de una colección «normal», sin el estigma de ser «bolsilibros», algo que para muchos estudiosos sigue siendo señal de ramplonería.

Dado el título de la colección, es evidente que el FBI intervendrá, aunque su aparición tiene lugar transcurrido el ochenta por ciento de la novela. Y, como es obvio, si esa institución está metida de por medio, sabemos que el caso tiene más extensiones de lo que aparenta al inicio. La identidad de quién comete los crímenes, por mi parte, la adiviné con bastante antelación, y pretende ser una sorpresa, si bien es de reconocer que ello altera la estructura tradicional de este tipo de publicaciones.

Carlos Díaz Maroto

CALIFICACIÓN: **⅟₂

• bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

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