«Un balazo al corazón», de Lou Carrigan

Un balazo al corazón; por Lou Carrigan [Antonio Vera Ramírez]. Barcelona: Bruguera, 1975. Colección: Bisonte serie azul; nº 256.

Reediciones:

  • Barcelona: Bruguera, febrero 1981. Colección: Kansas; nº 1182.
  • Barcelona: Ediciones B, 2001. Colección: Oeste legendario; nº 85.
  • Barcelona: Ediciones B, 2001. Colección: Oeste legendario; nº 103.
  • Barcelona: Ediciones B, 2002. Colección: Texas; nº 43.

Nada menos que con cinco ediciones en total contó esta novela, si no hay error. No creo que se tratara porque los editores (Bruguera y, después, sus legítimos continuadores, Ediciones B) considerase esta una obra excepcional, sino por una mera cuestión económica, acaso por el tipo de contrato con el autor, que les eximía a pagarle reediciones, o también porque su nombre vendía bastante. Lo que resulta chocante es que dos de esas ediciones son dentro de la misma colección, «Oeste legendario» de Ediciones B, y con solo dieciocho números de distancia…

Y no, la novela, Un balazo al corazón[1], no resulta excepcional, pero sí muy buena. A los ya acostumbrados a las novelas del Oeste de Lou Carrigan no les resultará novedosa su estructura y su tono, pero dentro de esos parámetros ofrece elementos muy atractivos. Por un lado, el diseño del protagonista, Dave Martin, un tipo no exento de humor ni de amargura, y que arrostra una desdicha que es fácilmente adivinable desde el inicio, pero que le confiere un tono tortuoso muy atrayente. Aparte de él, la tipología de personajes, dentro de la norma habitual de este tipo de literatura, ofrece detalles que les concede matices personales.

La trama comienza, como en tantos wésterns, con la llegada de un pistolero enigmático a la población de Plainville. Allí se topa con que unos matones están maltratando a un anciano y un chiquillo, y decide meterse en medio. A partir de ahí, todo se liará, y aunque la condición del protagonista, como dije, se adivina enseguida, aun así existen elementos dispersos a lo largo de la trama que se dejan un poco en el aire, y obligan al lector a seguir leyendo impulsado por el interés.

En el aspecto estilístico la novela está un poco más descuidada de lo normal por parte de Carrigan, y para una supuesta reedición (sí, ¡otra más!) precisaría cierta corrección de estilo. Pero la trama y los personajes resultan cautivantes, y hubiera bordado el resultado si la narración hubiera terminado mal, detalle hacia el cual la historia parece encaminarse pero que, finalmente, no se produce, quizás por esas exigencias absurdas a las que instaba la editorial. Pero con un final trágico hubiera sido algo excepcional.

Carlos Díaz Maroto

CALIFICACIÓN: ****

● bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra


[1] Dividida en capítulos, uno de estos se titula “Un disparo al corazón”. Quién sabe si la diferencia es por despiste del autor, o porque originalmente este iba a haber sido el título del bolsilibro, y se cambió por algún motivo, como una coincidencia con otro (problema este que a la editorial no preocupó en otras ocasiones).

Agradecimientos a Max Ignacio.

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